Finalizó el año 2009, un año de muchos acontecimientos sociales, políticos, económicos, ecológicos y familiares para mencionar algunos. Esto nos deja muchas lecciones que tenemos que retomar para poder enfrentar el futuro que se nos avecina.
Llegó el 2010, un año, que como todo año nuevo nos trae muchas expectativas, nuevas esperanzas de vida, nuevos retos que enfrentar, nuevas condiciones que manejar para tener cambios relevantes en nuestras vidas.
Que importante para esto son los cambios de actitud hacia el mundo que nos rodea. Creo que debemos trabajar por objetivos y no por metas de poder, debemos hacerlo colectivamente y no de manera individual, porque los problemas son comunes a la sociedad y es en ella donde convivimos.
Si desde el núcleo familiar promovemos la aplicación de nuevos valores morales, sociales, religiosos o de cualquier otra índole vamos a tener una sociedad más consciente y solidaria; si no lo hacemos así, vamos a continuar lamentándonos de los sucesos que nos han aquejado a diario.
Desde el lugar donde nos encontremos promovamos esos cambios de actitud, solo así le vamos a sentir verdadero sabor y sentido a esa frase tan popular que muchos repetimos hace pocas horas.
¡FELIZ AÑO NUEVO! ¡FELIZ 2010! ¡FELICIDADES HERMANITA! ¡FELICIDADES COMPADRE!, ETC.
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