Cuando todo parecía que íbamos a finalizar una semana santa con un menor índice de accidentes, ocurre lo impredecible, lo inimaginable, lo brutal, lo que todos pensamos que le ocurre a otras personas y que no nos va a pasar a nosotros.
12 vidas jóvenes quedaron tendidos en la carretera, entre Rivas y San Juan del Sur, producto de un encontronazo, que solamente Dios sabe como realmente ocurrió. Como en todo accidente nadie asume la responsabilidad del mismo, pero los resultados ahí los tenemos.
Será que con este accidente todos y cada uno de los conductores, sean estoa hombres o mujeres, se decidan a cambiar su actitud cuando están frente al volante. Hay muchos que se creen lo máximo cuando "conducen" y tratan de impresionar a otros. Otros dirán que fue producto de la fatalidad y habrán muchos argumentos más, lo que sí es cierto es que hay que tomar medidas al respecto para detener la ola de accidentes desastrosos en nuestro país.
Cuando vemos los noticieros en los medios telesivos nos damos cuenta de que los accidentes de tránsito se han vuelto rutinarios, los vemos como vemos cualquier película y ya. Si no hay accidentes el noticiero no sirve.
Cada uno de nosotros, desde su posición, debe contribuir, hacer algo para que cambie esta situación y no se sigan perdiendo vidas tan valiosas que mucho necesitamos.
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