Esto que les presento a continuación lo recibí de compañeros de trabajo, el que a su vez, fue enviado por Adela Pérez Portocarrero. Hoy lo comparto con ustedes.
¿Cómo rendir homenaje a alguien que forma parte de mis opciones, búsquedas, alegrías y tristezas? Esa maravillosa mujer que con su voz y su compromiso siempre consecuente nos hermanó a los y las latinoamericanos. Ante su partida solo física, comparto un hermoso mensaje de un entrañable amigo chileno, radicado en Buenos Aires, Argentina y una síntesis de su maravillosa y productiva vida, que elaboré hace poca más de un año para un material educativo del Ministerio de Educación Pública, que al final no se publicó.
El envío desde Buenos Aires:
“… Amigos, Compartiendo la pena de millares, les escribo estas letras. Ayer se apagó quien con su voz fuera siempre una luz en la oscuridad. Mercedes, la negra, la tucumana, la defensora de la libertad, de la igualdad. La compañera perseguida como muchos de nosotros. La exiliada que retornó sin odio a la democracia de su país y de América. La mujer que le cantó a la vida, a la justicia. Infatigable, cariñosa, cantora de la diversidad, unificadora de estilos y personalidades, una verdadera aglutinadora de voluntades y diferencias. Buscadora de fusiones. Voz de denuncia y de amor, voz de paz, voz de solidaridad. Sembradora de esperanzas.
Mercedes se nos fue y nos deja el eco de sus canciones que continuarán resonando en nuestras bocas, y en las bocas de nuevas generaciones. Hoy retumba en las calles de Buenos Aires y del mundo su voz cantando “gracias a la vida”,… “solo le pido a dios…”, “cambia, todo cambia…” y todas sus demás canciones…
Mercedes ha partido, pero nos deja en su música, vida y deseos de continuar viviendo y luchando de mil formas.
Viva Mercedes!!!! Gustavo Ramírez, Buenos Aires, Argentina, 4 de octubre, 2009…”
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